Comenzando con un pensamiento extraordinario para el año 2024.

 

Quien pone su confianza en el Señor será como un árbol plantado junto a corrientes de agua, no se marchitan sus hojas, no se inquieta en un año de sequía y nunca deja de dar fruto (Jer 17, 7-8)

Empecemos este nuevo año, meditando un pasaje de la Palabra de Dios que nos dice cómo ser felices.

El Salmo 1 nos enseña que conseguimos la verdadera felicidad cuando obedecemos a Dios.

Encontramos seguridad cuando la palabra de Dios, es nuestra fuente de satisfacción.

 La Biblia compara a la persona que es fiel a Dios, con un árbol plantado en un lugar ideal. Es un árbol que da frutos y no se marchita.

¿Qué significa un árbol plantado junto a corrientes de agua?

La biblia dice, que el que vive de tal manera, plantado y junto a corrientes de agua, todo lo que haga prosperará. 

Esto es así cuando permitimos que el Señor moldee nuestra vida con Su Palabra, recibimos esa agua fresca y el nutriente para nuestro crecimiento espiritual.

 

Empiezan con la palabra bienaventurado, que significa dichoso, feliz o digno de ser felicitado.

Así que lo he estudiado durante estos meses, con la manera en que el Señor ha estado llenando mi corazón con relación al Salmo 1.

 Puede ser que estas pasando por un tiempo difícil, derrama tu corazón ante el Señor).

Ahora, el Salmo 1 es realmente un prefacio, una introducción al libro completo de los Salmos. Este himno corto, de solo seis versículos, sirve como una base sobre la cual descansa el resto del libro de los Salmos.

 Charles Spurgeon dijo que podemos considerar este salmo como «el texto sobre el cual el conjunto de los salmos constituye un sermón divino».

recorremos juntos este salmo, quiero alentarte a memorizarlo. Tú puedes hacerlo.

Esa es una forma maravillosa de empezar este año nuevo…memorízalo, medita en él, analízalo.

  “Disfruta entonces del sonido del viento, viendo las nubes desde el cielo moverse al compás del césped, las flores sus olores que te rodean y susurran una dulce melodía los pájaros sientes la frescura del amor de Dios, levanta tus manos al cielo, dale gracias a Dios por haber terminado el año viejo y este comienzo de año 2024 “.

Cada día es un regalo de Dios para su creación. Él nos extiende Su misericordia. 

El tiempo que estemos aquí en la tierra vivamos para Su gloria, confiando en Él, presentándonos ante Él en cualquier situación sin olvidar que cuando las preocupaciones nos agobien, escrito está: Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar. 

Oramos por todas las almas para que lleguen a los pies del Maestro.

Dra. Zaida M. de Navas

Sierva de Jesucristo