EL PODER DE LA FE
1Pedro 1:5-9
Por
medio de la fe, el poder de Dios los protege para que reciban la salvación que
Dios les dará a conocer en el día final.
Eso
es motivo de alegría para ustedes, aunque durante un tiempo tengan que soportar
muchas dificultades que los entristezcan.
Tales
dificultades serán una gran prueba de su fe, y se pueden comparar con el fuego
que prueba la pureza del oro.
Pero
su fe es más valiosa que el oro, porque el oro no dura para siempre. En cambio,
la fe que sale aprobada de la prueba dará alabanza, gloria y honor a Jesucristo
cuando él regrese. Ustedes no han visto jamás a Jesús, pero aun así lo aman.
Aunque
ahora no lo pueden ver, creen en él y están llenos de un gozo maravilloso que
no puede ser expresado con palabras.
Eso significa que están recibiendo la salvación que es el resultado de su fe.
La fe es un don
que viene de Dios, la recibimos, y debemos nutrirla para mantenerla fuerte, hay
que ejercitarla como un músculo: pero si esta inactiva, se debilitará. Nutrimos el don de la fe al orar en el nombre
de Jesucristo y leer su palabra.
Fortalecemos
nuestra fe al guardar los mandamientos.
La fe se obtiene y aumenta por medio de la obediencia personal y los hechos rectos.
Salmo 27:14, “Espera en el SEÑOR; Esfuérzate, y él
fortalecerá tu corazón; ¡Espera, digo, en el Señor!” (NKJV).
Devocional Damas a los pies
del Maestro
Dra.
Zaida M de Navas
Hija
del Altísimo
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