Nuestra relación con Dios depende de nuestra relación con el hermano.
Hoy en el 3er día del Devocional.
1 Jn. 4:20 -21
Cuando escribo la palabra "amor", hay, muchas maneras distintas para definir esa palabra
de cuatro letras.
Podrías
pensar que amor es igual a mariposas en el estómago, corazones rojos y todo el
sentir. Yo pudiera pensar que significa servicio y lealtad.
¿Dónde exactamente está la verdadera definición del
amor verdadero? 1 JUAN 4:8 nos dice que "Dios es amor. "
Retrocede hasta el libro de Juan, y en el capítulo 15 versículo 13, el autor
escribe "Nadie tiene un mayor amor que este: que uno dé su vida por sus
amigos.
"¡Wow! Es tremendo sacrificio. ¿Morir por
alguien? Jesús.
Algunos principios de la vida de Jesús para
ayudarte a amar mejor a aquellos a tu alrededor, ya sea un hermano, novio o
esposo.
Jesús fue
considerado.
Jesús anteponía a otras personas. No discutiendo,
no quejándose, ni ocasiones particulares donde Él se ponía primero. El
simplemente lo hizo. Pablo da palabras sabias en Filipenses 2:3: "Con humildad considera a
otros como más importantes que a ti mismo."
¿Quieres realmente demostrarle a alguien que lo
amas? Ponlos en primer lugar, todo el tiempo.
Jesús fue
intencional.
En Juan 6:1–3, Jesús va a la montaña con sus discípulos para hablar y orar. Quiero que te imagines esto por un momento: un hombre en medio de su ministerio, siempre rodeado de gente, sacó tiempo de su día para estar a solas con los discípulos (no estuvieron solos por largo tiempo, pero voy a dejar que leas esto tú misma). Cuando sacamos tiempo de nuestras vidas ocupadas para pasarlo con alguien, les estamos demostrando amor. Esto les dice "Si, tengo un montón de cosas que hacer, pero eres lo suficientemente importante para mí y voy a cambiar mi horario por tiempo contigo.
" Eso dice “¡Te amo!" más que cualquiera otra cosa.
El amor procede de Dios, y si hemos nacido de Dios, automáticamente es creado en nosotros un amor por Dios y por nuestros hermanos.
El decir que
amo a Dios y al mismo tiempo aborrezco a mi hermano es una inconsistencia que
no puede ser.
Incluso Juan dice que es imposible no amar a mi hermano que he visto y si amar a Dios a quien he visto.
No quiere decir con esto que es más fácil amar a mi hermano porque lo veo que a Dios, como muchas veces se interpreta.
Cuando el amor de Dios nace en
nosotros, se manifestará invariablemente en amor a Dios y a los demás.
20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su
hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto,
no puede amar a Dios a quien no ha visto. 21 Y este mandamiento tenemos de El:
que el que ama a Dios, ame también a su hermano. 5.1 Todo aquel que cree que
Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al Padre, ama al
que ha nacido de El.
Es imposible amar a Dios sin que esto nos lleve a amar a los demás.
El versículo 1 del capítulo 5 nos da más claridad en esto... Si verdaderamente creemos en Jesús es porque hemos nacido de Él, y si verdaderamente amamos al Padre, amamos también al que es nacido de Él.
Romanos 5:5 (LBLA)
5 y la esperanza no
desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por
medio del Espíritu Santo que nos fue dado.
Al recibir el Espíritu Santo, el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones. El que aborrece a su hermano, no puede decir que ama a Dios a quien no ha visto, pues es precisamente al recibir su Espíritu, cuando nacemos de Él, que Dios nos es revelado. Y si lo conocemos, si hemos sido nacidos de Él, su amor, que nos lleva a amarlo y a amar a nuestros hermanos, ha sido derramado en nuestros corazones.
Aplicación a nuestras
vidas:
No tenemos entonces
ninguna excusa para decir que si amamos a Dios pero no queremos tener trato con
nuestros hermanos, o que tenemos motivos para no amar nuestros hermanos. Si
estoy enemistado con mis hermanos, sea que estoy en conflicto abierto con
ellos, o simplemente me retraigo y no quiero convivir con ellos. No puedo
decir, yo quiero llevar mi relación personal con Dios aparte, este egoísmo no
proviene de Dios.
Oración:
Padre de toda verdad, líbranos de caer en el engaño de que podemos
amarte y al mismo tiempo aborrecer a nuestro hermano, esto no puede ser, y es
sólo una señal de que nos estamos amando más a nosotros mismos. Llévanos a
examinar nuestra vida y llévanos al arrepentimiento si este es el caso. Que tu
amor y tu perdón fluya a través de nosotros de forma sacrificial, y amando a
los demás, aún sobre nuestro propio bienestar y nuestros propios intereses.
Reflexión:
¿Está el amor de Dios fluyendo en tu vida? ¿Qué puedes hacer hoy para
seguir los pasos del Señor amando de forma sacrificial?
Comentarios
Publicar un comentario