Era una
hermosa doncella judía que, siendo huérfana e hija adoptiva de su primo
Mardoqueo, se convirtió en la reina de Persia y de Media cuando se casó con el
rey Asuero. Su historia se narra en el Libro de Ester, y se celebra
en la fiesta de Purim.
Justo
ahí vivía Ester, llegando a sus veinte años, observando un ambiente de tensión
nacional. Los hombres de todas partes se sentían desafiados por el irrespeto de
la reina Vasti al no presentarse ante la corte del rey cuando fue llamada, en
la culminación de la gran fiesta. La ira del rey se incendió contra ella y fue
destituida. (Ester
1:10-22).
Ester aparece
en la Biblia como una mujer que se caracteriza por su fe,
valentía, preocupación por su pueblo, prudencia, autodominio, sumisión,
sabiduría y determinación. Ella es leal y obediente a su primo Mardoqueo, y se
apresta a cumplir su deber de representar al pueblo judío y alcanzar la
salvación.
La lección
principal del libro fue como Ester obedeció a
Mardoqueo y pudo librar a Israel del mal que Le acontecía. Puso su vida en
riesgo por su pueblo.
El libro
de Ester toma lugar durante el exilio de Israel. Este grupo de judíos
estaban viviendo bajo el rey Asuero de Persia, una región que dice el capítulo
1 que llegaba desde la India hasta Etiopía.
De
izquierda a derecha los personajes de la historia bíblica de Ester: la reina
Vasti, El rey Asuero, Ester, Mardoqueo y Amán.
El libro «Ester»
del Antiguo Testamento tiene 10 capítulos y un total de 167
versículos
Versículo Clave: 4:14 “Porque si callas absolutamente en
este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos;
mas tú y la casa de tu padre pereceréis ¿Y quién sabe si para esta
hora has llegado al reino?
“Ester
una Reina para propósito”
SU ORACION.
Si he
hallado gracia delante de él…
Me humilla su humildad. Acerquémonos, pues, confiadamente al
trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno
socorro. Pidamos a Dios Su gracia, Su trono está lleno de ella, pero tú y yo
necesitamos acercarnos.
Libro de
Ester vemos tres cosas., importante que debemos resaltar.
Buscar a
Dios y Sus atributos, la providencia de
Dios y Su soberanía a través de toda la
historia.
Dios no solo sabía que
esto sucedería, sino que ya había estado ahí antes. ¿Cuál es la
palabra para esto? Providencia.
Él había puesto en
marcha un plan para frustrar las malévolas intenciones de Amán. Dios había
posicionado a uno de sus siervos, a Mardoqueo, en las puertas; y había
posicionado a otra de sus siervas, a Ester, como reina en el palacio.
¿Cómo llegó ella allí?
Los reyes persas no desposaban mujeres judías. Pero este rey sí lo hizo. ¿Por
qué? Porque Dios está en control. Porque Dios es soberano. Porque el corazón
del rey está en las manos del Señor (Prov. 21:1).
Así que recuerda que no
importa la malicia que surja en este mundo o en tu vida, ya sea en tu mundo, en
tu trabajo, en tu casa, en tu escuela, recuerda que no importa el mal que sea,
contra Dios, contra Su pueblo, contra ti, puedes estar segura de que no solo
Dios lo sabe antes de que suceda, sino que él ya tiene listos los instrumentos
que anularán esa maldad a Su manera y en Su tiempo.
Pregúntate entonces como
sierva de Dios: ¿Para qué propósito me ha colocado Dios aquí en este lugar y en
este tiempo?
«Cuando Mardoqueo supo
todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y ceniza,
y salió por la ciudad, lamentándose con grande y amargo clamor. Y llegó hasta
la puerta del rey, porque nadie podía entrar por la puerta del rey vestido de
cilicio» (Ester 4:1-2)..
De modo que se siente
personalmente responsable. Pero él está afligido también por la tribulación del
pueblo de Dios y la batalla y la guerra que se están llevando a cabo, y él lo
hace en una forma pública con cilicio y ceniza, una señal de humillación y de
contrición, de quebrantamiento, de luto.
No hay
ningún lugar ni nadie a quien acudir aparte de Dios.
Cuando
estás en medio de tu circunstancia, cuando estás afligida y en duelo.
Pero a
través de la fe y de la fidelidad, Mardoqueo se convierte
en un instrumento a través del cual puede cumplirse la voluntad de Dios. ¿Puedes
ver cómo lo que haces en tu vida, cómo respondes, es solo una pequeña pieza de
un rompecabezas mucho más magnífico? La batalla no es entre Mardoqueo y Amán.
La batalla es entre
Satanás y Dios, y cuando te pones del lado de Dios, cuando respondes a la
crisis de una manera piadosa, agradable a Dios, te estás convirtiendo en un
instrumento para que los propósitos de Dios sean cumplidos en tu pequeño rincón
de la tierra.
«Y en cada una de las
provincias y en todo lugar donde llegaba la orden del rey y su decreto, había
entre los judíos gran duelo y ayuno, llanto y lamento; y muchos se acostaban
sobre cilicio y ceniza» (v. 3).
. Estos eran judíos que
vivían en Persia. Muchos de ellos se habían descarriado, tal vez la mayoría.
Habían sido exiliados por su pecado.
De modo
que Dios usa la presión. Dios usa la amenaza de la persecución, pero ¿para
hacer qué? Para convertir sus corazones, para revivirlos, para hacerles una
llamada despertadora, y ayudarlos a ver la maldad a la cual ellos estaban tan
acostumbrados.
Dios
quiere purificar a su pueblo. Quiere recordarles que ellos no encajan en esta
cultura. No pertenecen a esta.
Dios
quiere llevar a Su pueblo al arrepentimiento. Él quiere preservarlo y
protegerlo, así que usa un rey malvado y un decreto malvado y una situación
desesperada, una crisis, para llamar la atención y los corazones de Su pueblo,
para humillarlo.
¿Cuándo
fue la última vez que este pueblo había estado de luto y había llorado y
ayunado? No lo sabemos, pero parece que hacía mucho tiempo que no lo hacían. Y
ahora, en medio de la crisis, están clamando a Dios.
¿El versículo 4 del
capítulo 4 nos dice:
«Vinieron las doncellas
de Ester y sus eunucos y se lo comunicaron (lo que estaba haciendo Mardoqueo,
haciendo todo un espectáculo público en la plaza de la ciudad), y la reina se
angustió en gran manera.»
Esa frase, se angustió en gran manera, significa
levantarse, retorcerse en labores de parto, tener gran angustia y dolor. Ella
estaba muy, muy perturbada. Sabía que había algo que estaba muy mal, si podemos
decirlo así.
Entonces, sin saber qué hacer:
«Y envió ropa a
Mardoqueo para que se vistiera y se quitara el cilicio de encima, pero él no la
aceptó. Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos que el rey había
puesto a su servicio, y le ordenó ir a Mardoqueo para saber qué era aquello y por
qué» (vv. 4-5).
Ester envía a un
mensajero para averiguar lo que está pasando y Hatac investiga la situación.
¿Estás totalmente ajena
a lo que está pasando a tu alrededor? El pueblo de Dios alrededor del mundo
está muy afligido. ¿Te afecta esto? Hay muchas cosas por las cuales debemos
estar inquietas. Hay muchas cosas que tenemos que investigar.
Primero,
hay ataques contra el pueblo de Dios. Tenemos la persecución de la iglesia a
nivel mundial. Si no sabes sobre eso, entonces debes informarte.
Que está pasando dentro del pueblo de
Dios I
En la plenitud del
tiempo, Dios cumple sus propósitos (ver Gálatas 4:4).Dios escoge el tiempo que se ve más
oscuro y que parece más imposible para mostrar Su poder y Su gloria. ¿Sabes
por qué? Para que
ningún ser humano pueda llevarse el mérito.
el pueblo
judío está en graves problemas. El decreto de que ellos deben ser aniquilados
ha sido promulgado. Mardoqueo está en la plaza pública llorando. El pueblo está
ayunando y llorando.
Ester ha
mandado un mensajero, Hatac, uno de los eunucos, para averiguar lo que está
sucediendo. Mardoqueo le envió un mensaje a Ester: «Necesitas hablar con el rey
y rogar por la vida de tu pueblo». Ester le devuelve el mensaje, con otro
mensaje que decía: «Yo moriré. Nadie puede acercarse al rey sin antes haber
sido llamado. Mi vida está en riesgo. No hay forma de que yo pueda hacer esto.
No puedo hacer nada al respecto».
Ester (v.
13-14) desarrollo del versículo del
mensaje.
«Entonces
Mardoqueo les dijo que respondieran a Ester: No pienses que estando en el
palacio del rey solo tú escaparás entre todos los judíos. Porque si permaneces
callada en este tiempo, alivio y liberación vendrán de otro lugar para los
judíos, pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para una
ocasión como esta tú habrás llegado a ser reina?» (v. 13-14)
Él le
dijo, No pienses que escaparás de la casa del rey más rápidamente que cualquier
otro judío. Mardoqueo le recuerda a Ester que ella también es judía y que si el
pueblo judío perece, ella también perecerá, que su vida está en peligro vaya o
no vaya al rey.
Este es un
buen recordatorio para nosotras como creyentes de que no podemos separar nuestra identidad como creyentes
individuales, del resto del cuerpo de Cristo.
Estamos
todos juntos en esto. Si el pueblo de Dios está en problemas, nosotras estamos
en problemas.
Tú eres
uno junto con todos los otros creyentes en el mundo. O nos ahogamos todos o
nadamos juntos. Si tratas de vivir para ti misma sufrirás las consecuencias.
Las palabras de Mardoqueo
Hicieron que Ester
despertara a su necesidad de vencerse a sí misma
Y abrazar la posibilidad de
un propósito mucho mayor.
Ester fue una muchacha
ubicada en medio de circunstancias que
Se salían de sus manos.
Todos hemos estado ahí. Nos tomamos el
Riesgo y ponemos un pie
fuera de la barca o nos ahogamos. Si la
Declaración de Ester: “Y
entonces entraré a ver al rey, aunque no sea
Conforme a la ley; y si
perezco, que perezca” hubiese venido de una
Mujer del siglo veintiuno,
hubiese sido: “Haré lo que sea necesario
Para sobrevivir”.
Es
asombroso ver cómo Dios utilizó esta crisis para reunir, y podría decir, para
restablecer los corazones de Su pueblo. Cuando ellos no tenían a dónde acudir
sino a Dios... Y fue allí donde acudieron.
« Mardoqueo
conoce las promesas del pacto que Dios había hecho a Su pueblo desde Abraham.
Yo pienso que él cree que Dios enviará salvación de alguna manera, de alguna
parte, de algún lugar. Él confía en que será a través del rey y que sería a
través de la intervención de Ester. Pero él también sabe que la liberación
llegaría con o sin la ayuda de Ester.
Esa es una
expresión de fe. Seguramente él se dice a sí mismo: Alivio y liberación
vendrán. Dios no dejará que Su pueblo desaparezca. Dios no olvidará su pacto
con Abraham. Contigo o sin ti, Dios prevalecerá.
Eso nos recuerda que
Dios no nos necesita. Dios no me necesita para llevar a cabo sus propósitos en
este mundo.
Dios no te necesita. Él
puede llevar a cabo sus planes con o sin nosotras. No somos indispensables.
Dios puede mandar a otra
persona a tu vecindario para alcanzar a los amigos de tus hijos con familias
disfuncionales; a otra persona para que gane a tu pareja que es incrédula para
Cristo. Dios puede mandar a otra persona a crear hambre y sed en tu iglesia por
un avivamiento.
Si desperdiciamos las
oportunidades que Dios nos da, Él lo hará sin nosotras. Su reino vendrá. Su
voluntad será hecha en este mundo así como en el cielo.
Podemos mirar atrás y
ver las oportunidades que desperdiciamos al no involucrarnos en la obra de
avanzar el reino de Cristo,
«Porque si permaneces
callada en este tiempo, alivio y liberación vendrán, pero tú y la casa de tu
padre pereceréis»(v. 14).
Eclesiastés capítulo 3
nos dice que, «Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso
bajo el cielo… tiempo de callar, y tiempo de hablar» (vv. 1 y 7).
Necesitamos
sabiduría. Necesitamos discernimiento para saber la diferencia. Necesitamos
dominio propio para callar cuando hay que callar. Necesitamos coraje para
hablar cuando hay que hablar, para hacer lo bueno en el momento adecuado.
Dios no te está pidiendo
que hables sobre cada cosa. Pero
sí nos está pidiendo que reconozcamos cuando Él nos ha puesto en una posición
en la que podemos hacer una diferencia.
La providencia de Dios
siempre ocurre en el tiempo perfecto. Dios nunca está apresurado, y Él nunca
está tarde. Algunas de ustedes están esperando que Dios se mueva, y piensan,
«siento que es tarde. ¿Por qué será que Él no está haciendo nada?» Él está haciendo
algo. Él se está moviendo. Él está obrando, y Su tiempo es siempre perfecto.
En los capítulos 1 y 2
de Ester, parece que el rey Asuero está a cargo. En los capítulos 3 y 4
parecería que Amán estuviera a cargo. Ellos creen estarlo. Pero aun cuando pareciera
que están en control, Dios es quien todavía está en control. Y siendo esto
así, en la
providencia de Dios nunca hay razón para el pánico, para el temor, para la
preocupación o la duda.
Mientras piensas sobre
tu vida y la providencia de Dios, piensa sobre lo que Dios te ha dado: los
privilegios, las bendiciones, la salvación. Mientras un billón de personas o
más en este planeta ni siquiera han escuchado el nombre de Jesús, Las
habilidades que tienes, las influencias que tienes, los recursos materiales que
tienes todos son regalos y una mayordomía de parte de Dios, en Su providencia..
Disfrutamos todas esas
bendiciones. No son solo para nuestra felicidad, no son primariamente para
nuestra satisfacción, no son en primer lugar para nuestro placer. Son para la
gloria de Dios en un tiempo como este. El hogar en que naciste, las
oportunidades que has tenido, la cultura en la que vives, la época en la que
vives todo está de acuerdo con la providencia de Dios.
Aunque estés donde estás
como resultado de los errores cometidos en tu vida. En la providencia de Dios
cuando te arrepientes y te quebrantas, Dios tiene un lugar y un propósito para
ti aquí en Su reino.
Es sorprendente cómo la
providencia de Dios está por encima de las pérdidas y de los fracasos causados
por nuestros pecados. Y con esto no quiero minimizar el pecado de ninguna
manera. Solo estoy diciendo: ¿Dónde estaríamos si Dios no redimiera nuestros
desafortunados e inútiles enredos
. Dios tiene un trabajo con tu nombre en
él, un propósito, y una intención.
Quizás
podrías pensar: «Yo no soy una reina. No estoy en el palacio. No tengo una
posición de gran influencia. Estoy haciendo lo máximo que puedo hacer mientras
les doy clases en el hogar a estos niños.
. Dios te ha puesto ahí
en ese hogar, para un tiempo como este, con una oportunidad increíble que a
nadie más le ha dado; la de instruir esos niños para ser seguidores de
Jesucristo.
¿Qué puedes hacer?
Puedes orar. Puedes interceder. Puedes darles ánimo a los pastores. Puedes
alentar a las mamás jóvenes, a otras viudas; con notas, con oraciones. Dios
tiene un plan para ti, y no es que simplemente desperdicies tu vida.
Él nos dio la visión de
que podíamos ser usados por Dios; de que Dios tenía un plan para nuestras
vidas. Ese plan era individual, era especial,
Dios escoge y usa
los don nadie. Él los llena con Su gracia y Su poder y Él los usa en formas
poderosas:
- Una prostituta redimida llega a ser un
instrumento clave para los hijos de Israel durante la conquista de la
ciudad de Jericó.
- Una joven huérfana en una tierra extraña llega
a ser la reina que salva las vidas de millones de judíos.
- Una adolescente virgen da a luz al Salvador
del mundo.
¿Quién lo hubiera
pensado? ¿Quién sino Dios?
QUE
PODEMOS APLICAR EN ESTE TIEMPO COMO MUJERES CRISTIANAS.
1.
Creo
que este es un tiempo en el que se expondrá la belleza y el
Poder de
la verdadera mujer de Dios. Las décadas
de opresión llegarán a su fin. Satanás Sabe que cuando las mujeres descubran su
verdadera identidad en Cristo, su reino de maldad terminará. Amen
2.
El
enemigo ha devaluado la femineidad y ha borrado la línea que
la
define. No tenemos que esconder nuestras cualidades femeninas y
Competir
con el hombre para lograr nuestras metas. Tenemos que
Desarrollar
un entendimiento claro de quiénes somos en Dios.
Ester es
una historia de triunfo que surgió de la tragedia, el éxtasis que brotó de la
agonía, celebración que surgió de la devastación. Esta puede ser tu
historia”, Charles Swindoll.
Ministra del Altísimo.
Dra. Zaida Marcano de Navas
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