SARA LA ESPOSA DEL PADRE DE LA FE.-
DIOS TRANSFORMA LA ESTERILIDAD EN PRODUCTIVIDAD
Sara Madre de Naciones, podemos revisar la
literatura y nos trasladamos a las tierras del faraón.
Según el Talmud, durante el viaje a Egipto, Abraham escondió a su
esposa en un baúl para que nadie pudiera verla. Cuando llegaron a la frontera
de Egipto el baúl fue inspeccionado por unos oficiales que insistieron en ver
su contenido para determinar el monto de los impuestos. Cuando finalmente abrieron
el baúl surgió una luz que emanaba de la misma belleza de Sarai.
Entonces los oficiales comenzaron a competir unos con otros por
comprar a Sarai ofreciendo altas sumas de dinero a Abraham.
Cuando finalmente Sarai fue llevada ante el Faraón, dijo que
Abraham era su hermano por lo que el rey le dio muchos regalos.8 Como
una prueba de su amor, el rey puso a nombre de Sarai sus propiedades dándole
como herencia la tierra de GOSEN.
Por esta razón los
israelitas más tarde habrían vivido en esa tierra..
En la tradición post-bíblica el rey llegó incluso a darle a
Sarai su propia hija como esclava.
Sarai oró a Dios para que la salvara del rey y Dios le respondió
enviando a un ángel que golpeaba al rey cada vez que este trataba de tocarla.
El faraón, asombrado al sentir los golpes, le habló amablemente
a Sarai quien terminó confesando que Abraham era en realidad su esposo.
Entonces el rey dejó de
molestarla.
Según otra versión, el
rey persistió en acosar a Sarai aún después de que le confesara que estaba
casada.
Entonces el ángel golpeó al rey con tanta fuerza que lo dejó
herido advirtiéndole que no siguiera molestando a Sarai.
De acuerdo a una tradición, cuando el faraón vio estos
milagros de parte de Sarai decidió darle a su hija Agar como esclava diciendo: "es mejor que mi hija sea esclava en la
casa de esta mujer que ama de cualquier otra casa".
Abimelec actuó de una
forma similar.
Comienzo Sarai trataba bien a su esclava Agar e incluso le pedía
a las mujeres que la visitaban que visitaran también a Agar.
Más tarde, cuando Abram
dejó embarazada a Agar, esta comenzó despreciar a Sarai. Según el Talmud, Sarai
trató duramente a su esclava imponiéndole trabajos pesados y hasta llegó a golpearla.
Fuente wikipedia
Sarai
era estéril hasta que recibió un milagro. Después de que su nombre fuese cambiado de
"Sarai" a "Sara".
Cuando
su fertilidad fue restaurada dio a luz a ISAAC,
pero la gente no creyó que fuese un milagro sino que decían que el patriarca y
su esposa habían adoptado un bebé huérfano simulando que era su propio hijo.
Más tarde Abraham invitó a todos los hombres
importantes a un banquete para celebrar el destete de Isaac.
Sara también invitó a las mujeres quienes
trajeron a sus propios hijos. En esa ocasión Sara le dio de mamar de sus
propios pechos a todos los niños convenciendo a los invitados que el nacimiento
de Isaac realmente había sido un milagro.
Leyendo conforme lo que está escrito en la
Biblia, se dice que Sara era una mujer estéril que nunca cesó en la oración ni
la fe en Dios, hasta que recibió el milagro de tener a un hijo llamado de
nombre Isaac.
CUANDO QUEREMOS AYUDAR A DIOS Y NO LE
ENTREGAMOS EL CONTROL TOTAL DE LA SITUACION-
ERROR DE DE SARA POR NO ESPERAR EN LO QUE DIOS
LE PROMERIO….
El problema era que Sarai permanecía sin hijos.
Diez años después de que Dios había hecho su promesa a Abram, Sarai, siguiendo
las normas culturales, le sugirió a Abram que tuviera un hijo con su sierva
Agar. El hijo nacido de esta unión sería contado como hijo de Sarai. Abram
estuvo de acuerdo, y Agar concibió un hijo, a quien llamó Ismael. Sin embargo,
Agar comenzó a mirar a Sarai con desprecio y como resultado Sarai empezó a
tratar duramente a Agar, tanto así que Agar huyó. Dios se encontró con Agar en
el desierto y la animó para que volviera donde Abram y Sarai, lo cual ella hizo
(Génesis 16).
Trece años después que Ismael nació, Dios reafirmó Su pacto con Abram, esta vez dándole la señal de la circuncisión, así como el cambio de nombre. Abram, que significa "padre enaltecido", se convirtió en Abraham, que significa "padre de multitudes". Dios también cambió el nombre de Sarai, que significa "mi princesa", a Sara, que significa "madre de naciones". Dios le dijo a Abraham que le daría un hijo a través de Sara. Este hijo, Isaac, sería aquel con quien Dios establecería Su pacto.
Trece años después que Ismael nació, Dios reafirmó Su pacto con Abram, esta vez dándole la señal de la circuncisión, así como el cambio de nombre. Abram, que significa "padre enaltecido", se convirtió en Abraham, que significa "padre de multitudes". Dios también cambió el nombre de Sarai, que significa "mi princesa", a Sara, que significa "madre de naciones". Dios le dijo a Abraham que le daría un hijo a través de Sara. Este hijo, Isaac, sería aquel con quien Dios establecería Su pacto.
Dios también bendeciría a Ismael, pero Isaac
era el hijo de la promesa y las naciones serían benditas a través de él
(Génesis 17). Isaac significa "el que ríe". Abraham se rió de que a
sus 100 años pudiera tener un hijo con Sara, quien tenía 90 años y había sido estéril
toda su vida. Sara, también se rió de esa posibilidad (Génesis 18:9-15).
Hebreos 11:11 usa a Sara como un ejemplo de fe:
"Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para
concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era
fiel quien lo había prometido". 1 de Pedro 3:5-6 usa a Sara como un
ejemplo de una santa mujer que confiaba en Dios y que se adornaba a sí misma al
someterse a su marido. Sara voluntariamente salió de su hogar y se lanzó a lo
desconocido para seguir a Abraham, mientras él seguía las instrucciones de un
Dios al cual ella no conocía en ese momento. Sufrió mucho para tratar de
ofrecer un heredero a su esposo y mantenerlo a salvo en tierras peligrosas. Al
final, ella tuvo la fe suficiente para creer que ella y su marido, con 90 y 100
años de edad, producirían el heredero prometido, es decir, Isaac.
Sin embargo, Sara aceptó el desafío y mostró sumisión a Abraham.
Estaría a su lado en cualquier situación. Incluso si las circunstancias no
fuesen las mejores había decidido seguir a su marido y a su Dios.
Sara servía a su esposo con devoción, le respetaba al punto de
tratarle de señor.
Sara aprendió a confiar en las promesas de Dios y a los 90 años
realizó su sueño de ser madre.
Y tú, en medio de tantas tribulaciones, ¿has escogido seguir la voz de
Dios, o hacer tu propia voluntad?
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