Luz de la palabra de Dios en nuestros corazones
Un dia martes en la
noche Jesús fue arrestado en el monte de los olivos, después de la oración del
Getsemaní.
Esta Historia la
resumimos en estas cortas líneas, cuando
su recorrido fue tan largo, e impresionante por todo lo que paso nuestro señor Jesucristo, “Cuando la noche estaba a punto de acabar y Pedro niega a Jesús por
tercera vez.
Los miembros del Sanedrín ya habían concluido el juicio ilegal,
el más injusto y se habían marchado.
Después del amanecer del viernes, el tribunal se reúne de nuevo,
probablemente para darle cierta apariencia de legalidad al juicio que
celebraron la noche anterior.
Entonces, mandan traer de
nuevo a Jesús.
Una vez más, le preguntaron: “Dinos si eres
el Cristo”, a lo que él les responde: “Aunque se lo dijera, nunca lo creerían.
Además, si yo les preguntara algo, ustedes
no me responderían”.
Sin embargo, se identifica como versa el versículo en Daniel 7:13,
pues añade: “De aquí en adelante, el Hijo del Hombre estará sentado a la
poderosa derecha de Dios” (Mateo 26:63).-
Seguían interrogándolo con la mismas
preguntas Entonces, ¿eres tú el Hijo de Dios?”. Y él les contestaba: “Sí,
ustedes mismos están diciendo que lo soy”. Parece que eso les da base para
justificar la ejecución de Jesús por blasfemia.
Marcos 14:64
Paso a seguir, lo atan y se lo llevan al
gobernador romano Poncio Pilato.
De modo
que Pilato sale y les pregunta: “¿De qué acusan a este hombre?”. Ellos
contestan: “Si este hombre no fuera un delincuente, no te lo
habríamos entregado”. Quizás Pilato se da cuenta de que quieren presionarlo,
así que les dice: “Llévenselo y júzguenlo ustedes según su ley”. Pero la
respuesta que le dan revela que tienen intenciones asesinas: “A nosotros
no se nos permite matar a nadie” Juan 18: 29 - 31
"El sumo sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus
discípulos y de su doctrina. Jesús le respondió: —Yo públicamente he hablado al
mundo. Siempre he enseñado en la sinagoga y en el Templo, donde se reúnen todos
los judíos, y nada he hablado en oculto. ¿Por qué me preguntas a mí?
Pregunta, a los que han oído, de qué les he hablado; ellos saben lo que yo he
dicho. Cuando Jesús dijo esto, uno de los guardias que estaba allí le dio una
bofetada, diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote? Jesús le respondió: —Si
he hablado mal, testifica en qué está el mal; pero si bien, ¿por qué me
golpeas?" JUAN 18. 19 - 23
Jesús no tenía ninguna doctrina secreta.
Era honesto,
abierto y transparente ante un mundo que observa. Jesús pudo más que cualquier
argumento….
La Muerte
de Jesús, dice las escrituras que:
Ya era alrededor del mediodía, y la tierra
se llenó de oscuridad hasta las tres de la tarde. La
luz del sol desapareció. Y, de repente, la cortina del santuario del templo se
rasgó por la mitad. Después
Jesús gritó: Padre, ¡encomiendo mi espíritu en tus manos. Y con esas
palabras dio su último suspiro.
Cuando
el oficial romano encargado de la ejecución vio lo que había sucedido,
adoró a Dios y dijo:”Este hombre era inocente de verdad”. Y cuando todas las multitudes que habían
venido a observar la ejecución vieron lo que había sucedido, regresaron a casa
con gran dolor; pero los amigos de Jesús, incluidas las mujeres que lo habían
seguido desde Galilea, se quedaron mirando de lejos.
El Entierro
de Jesús….
Había
un hombre bueno y justo llamado José. Era miembro del Concilio Supremo judío, pero
no había estado de acuerdo con la decisión y las acciones de los otros líderes
religiosos. Era de la ciudad de Judea llamada Arimatea y esperaba la venida del
reino de Dios. Fue a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Luego bajó el cuerpo de la cruz, lo
envolvió en un largo lienzo de lino y lo colocó en una tumba nueva que había
sido tallada en la roca. 54 Esto
sucedió el viernes por la tarde, el día de preparación, cuando el día de
descanso estaba por comenzar.
Mientras llevaban el cuerpo, las mujeres
de Galilea iban detrás y vieron la tumba donde lo colocaron. Luego fueron a sus casas y prepararon
especias y ungüentos para ungir el cuerpo de Jesús; pero cuando terminaron ya
había comenzado el día de descanso, así que descansaron como ordena la ley.
Según el Nuevo
Testamento en la Biblia, el Mesías estuvo en problemas luego de realizar
innumerables milagros y proclamar que era el hijo de Dios, lo que hizo que las
autoridades judías lo detuvieran, acusándole de blasfemia. Lo llevaron a Poncio
Pilato (gobernador romano de Judea), quien quejándose de que el caso
no estaba en su jurisdicción, lo envió al rey Herodes, quien
finalmente lo devolvió a Pilato.
El gobernador no halló culpable a Jesús, pero lo condenó a la crucifixión por miedo a una rebelión de los judíos que clamaban por la muerte del nazareno.
Lo que se cuestiona entre otras cosas es, el interrogatorio al que fue sometido Jesucristo y los castigos que le fueron impuestos mientras su juicio todavía no dictaba una decisión definitiva.
El gobernador no halló culpable a Jesús, pero lo condenó a la crucifixión por miedo a una rebelión de los judíos que clamaban por la muerte del nazareno.
Lo que se cuestiona entre otras cosas es, el interrogatorio al que fue sometido Jesucristo y los castigos que le fueron impuestos mientras su juicio todavía no dictaba una decisión definitiva.
El juicio al que fue
sometido Jesús antes de ser sentenciado a muerte fue un teatro. Ni la hora
intempestiva ni el día en la solemnidad de la Pascua ni el procedimiento de
urgencia tenían excusa jurídica válida. Antes de comenzar, la sentencia ya
estaba dada. Pero las autoridades quisieron revestirlo todo de legalidad como
justificación ante el pueblo y ante los pocos de entre ellos que tenían alguna
simpatía por Jesús.
EL
DELITO DE BLASFEMIA, era en Israel un pecado gravísimo,
que no se reducía a decir groserías contra Dios, tal como actualmente se
entiende. La blasfemia comprendía el menosprecio de Dios o de sus
representantes, el usurpar los derechos divinos y el trato con pecadores a los
que se consideraban malditos por Dios. En el exceso de escrupulosidad de los fariseos,
blasfemaba quien pronunciaba el nombre de Dios: Yahveh.
La blasfemia de la que se acusó a Jesús
para condenarlo a muerte fue la de afirmar que era Hijo de Dios.
Pero
la afirmación de Jesús ante el tribunal del Sanedrín no fue la revelación de un
dogma sobre sí mismo. Se trató de una afirmación mesiánica. «Hijo de Dios» era
un título bastante frecuente entonces para designar a alguien cercano a la
voluntad de Dios y era también uno de los nombres con los que se designaba al
Mesías. Para el Sanedrín, encargado de velar por la pureza de la religión, era
blasfemia que un laico tuviera la pretensión de ser el Mesías, el Liberador de
Israel. La pena de muerte impuesta en el código sanedrítico por la blasfemia
era la lapidación: muerte por apedreamiento fuera de las murallas de la ciudad.
Los
efectos de la cruz (Colosenses 2:13-15)
“Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con
él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que
había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y
clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades,
los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”.
Colosenses
2:13-15
“Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa; este principio se
puede aplicar también en la vida espiritual y especialmente en el sacrificio vicario
que Cristo Jesús realizo en la cruz. Su muerte trae efectos positivos a las
vidas de los que creen en Él.
La muerte de Cristo trae vida eterna. Muriendo destruyo la muerte.-
Jesús desencadenó en la cruz la gracia
sobrenatural de Dios.
La gracia es un obsequio
inmerecido. Es su representación eterna y eternamente llena de poder, que
nos da la experiencia de ser y hacer todo lo que nos cuesta lograr en
nuestras propias fuerzas.
El
Apóstol Pablo decía que La alabanza a Jesús y la gran admiración de todo lo que
había producido la cruz en su propia vida lo movió a declarar: "De nada
quiero gloriarme"; "¡Qué profundas son las riquezas de Dios, y su
sabiduría y entendimiento!" y "¡Ahora es el día de la salvación!"
(Gálatas 6,14; romanos 11,33; 2 Corintios 6,2).
El “nuevo nacimiento” ocurre en toda persona que oye con
entendimiento el evangelio puro del Señor (Romanos 10:17).-
Jesús aceptó la cruz porque su corazón rebosaba de amor a su
Padre y a sus hermanos humanos, y por esto "Dios lo resucitó, liberándolo
de los dolores de la muerte" (Hechos 2,24). Por haberse sometido a la
muerte en forma completamente voluntaria e inocente.-
¿Qué significa todo
esto para nosotros? Significa que ahora somos libres, libres de la carga del
pecado, libres de la esclavitud y de la dominación que el pecado puede tener
sobre cada uno de nosotros, libres para vivir como hijos de Dios y miembros de
su Cuerpo, la Iglesia. Es por ello que le damos la gloria a Dios, nada es
con nuestra fuerzas, el lo hizo todo y
nada ahora puede invalidar el acto tan sublime que él hizo ya en esa CRUZ.-
Dra.
Zaida Marcano de Navas
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